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sábado, 6 de febrero de 2010

Montaraz

Carta de renuncia


Ciudadana, ciudadano, mortal en fin…

Estimado empleador

Su conciencia.-

Le escribo mi carta de renuncia desde el fondo más entrañable del planeta tierra recordándole la inmensidad universal que embellece nuestra existencia, informándole que me he sentido complacida por la oportunidad que me ha brindado en su empresa, hermosa en infraestructura física, espacios agradables y la mejor música que puede compartir el alma en sus funciones laborales.

También deseo resaltar que ha sido gratificante atender y recibir información muy importante, casi parecida a un viaje astral, aunque duró muy poco. Debo participarle que con emoción, gusto y vibrante energía ejecuté con entusiasmo y proactividad mis labores asignadas como limpiar el frente hasta la calle, mantener los vidrios alejados de lo turbio, limpiar el área de ”arriba” que me acercaba a Suiza, levantarme a las tres de la mañana para llevar propuestas mejorables y así otras que jamás desfilaron en nuestra entrevista de trabajo que auspició un breve rocío para la flor que usted convirtió en súper mega jardín con sed de sabiduría.

En nuestra reunión de pre-selección pautamos la utopía de la fe y concertamos una idea apoteósica de buenas intenciones, así acepté ser una Mujer Integral en mi empleo (que jamás pregunté cual sería la paga del mismo) captando y ejecutando con absoluta entrega y eficacia todo lo que comprendía mis funciones.

Creí en usted como patrón, sentí un gerente generoso que con sus ojos me convenció para crecer, comprometerme, fusionarme y compartir. Me agradan los días trabajando para su empresa, aprendo con cada cliente sobre cualquier tema. Me impregné sabiamente de áreas, profesiones e intelectuales para ser doctora, psicóloga, abogada, guía turística, astrónoma, maestra y docente, ingeniera, filósofa, narradora, masona, socióloga, publicista, economista, consejera, agrónoma, ecologista, periodista, guionista literaria, toda una Ninfa para clientes con expresiones como: “te pagan por lo que haces, no por lo que sabes”… y otros muy especiales y hermosos limpiaron mi alma con hoponopono. Así llegué inclusive a saber la vida de grandes artistas pues sus biografías desfilaban por la alfombra roja más valiosa del ser humano: su lengua. Todos me aportaron sonrisas y entusiasmo cada día para llegar al salón de las tablas.

Por mis ojos entre la luz y los apagones se distinguen miles de autores contenidos, reducidos y refugiados en la mini Alejandría que visitaba cada día. Era y fue la aproximación más cercana a Egipto desde Venezuela… (Caen lágrimas… porque amaba mi trabajo…).

Saludé a mi nueva familia cada día con sonrisas y rituales de respeto a lo Carreño: “buen día, todos los días”, compartí historias, ilusiones y buenas intenciones con cada compañero de trabajo que deseó siempre saber que provenía de mí y yo me interesé siempre por distinguirme ante mi buena ruta con ellos, grandes seres humanos que tal vez deseen comunicar lo mismo que yo estoy haciendo, más sin embargo, ellos y ellas depositaron muchas de sus inquietudes para que éste manuscrito pudiera concebirse afablemente.

El sistema en el que vivo me conllevó a manejar una forma consumista de sobrevivir, trabajo para poder colaborarme y ayudar en casa luego de un insuperable apoyo familiar, egresando de un centro de estudios de educación superior público en mi ciudad.

Ellos creyeron en mí y yo creo en mi familia.

Creo en mis valores y en el estilo de vida que me enseñaron a llevar y aplicar.

Creo en la cortesía y en el respeto.

Creo en los valientes que son sutiles para lograr objetivos.

Creo en el sistema y sé que podría dar buenos aportes como los que pude generar para su beneficio en su negocio.

Creo en la vida, en la luz y en la autonomía. No obstante estoy confundida en cuanto a la fórmula aplicada para creer en mí desde el seno de su distinguida organización, puesto que mi currículo estaba muy bien sustentado para mis labores.

Las trivialidades en los empleos suelen suscitarse por inconvenientes comunicacionales que pueden alterar el desempeño personal así como mi salud emocional cuando miro al bueno tan lejos del malo, cuando el abuso verbal, la malcriadez y los principios opacan su gran infraestructura física carente de estructura HUMANA.

Una sóla persona TÓXICA al manifestarse en éste jardín soñado disminuye y envenena todo a su rededor. Mantener estados “CICUTEADOS” o “CIANURADOS” maltratan las alas del ave más fuerte, agrieta paredes con cicatrices muy profundas y escasamente dignifican a los seres humanos. El poder de discernimiento de un Gerente como usted se desborona cuando se manifiesta sin absoluta fe hacia su empleado heredando lo que no ve porque no lo sabe o simplemente no se toma la tarea de investigar.

Aprendí que 10.000 libros sin leer es lo mismo que 10.000 canciones sin escuchar.

Aprendí a formar la necesidad de Gerentes que crean en sus empleados y no empleados que crean en su sueldo.

Aprendí a ser honrada y practiqué mis reflexiones y filosofías como mejor pude ¡y puedo mejorar!

Aprendí a desarmar motores, manejar circuitos eléctricos, ser habilidosa en informática y marketing, aprendí a sembrar café, girasoles, duraznos…

Aprendía a mejorar mis conocimientos… aprendí a ir a la luna y volar con los cuentos infantiles.

Aprendí sobre todo y sobre nada.

Reforcé mis aprendizajes pero no mi corazón sensible por todo lo que le conmueve a su rededor, descubrí que usted como gerente ignoró si hoy tenía dinero para trasladarme a mi trabajo luego de quince días de intensas jornadas laborales y durante varios días me hizo penar y rugir el estómago porque no tenía qué comer a la hora de mi almuerzo, calmado cada medio día con hojuelas de maíz y leche o “arepas” para economizar mis ahorros, aunque estar bajo un árbol, en una de las plazas más lindas de la ciudad almorzando así no tiene distinción. Más allá de eso, un ser de luz muy importante para mí se recupera en el hospital público de la ciudad y actualmente se encuentra en UCI necesitando aportes para su intervención médica desde el seno de sus hermanos urbanos. Mi medio me acostumbró a ser un trabajador mil quinientos treinta (15 y 30) y mi reputación la perdí por no poder colaborar a tiempo aunque recupero la paz y tranquilidad de nuevo.

Me desmotivé irremediablemente con el trato de algún lúgubre compañero de trabajo puesto a su conducta autoritaria, pedística, ineficiente y descortés en el área administrativa. Llegaba en su potente carroza con cuatro cauchos rodantes y un sonido realmente ostroboscópico junto a su príncipe azul de ojos azules, dientes azules y piel celestita… lamento que en su empresa lo matriarcal se ligue con su experiencia y su manera de depositar confianza en su gente. Así no podré dejar de comentar el engaño de contrato que deciden firmar sin establecer ciertas clausulas “pintoreteadas” en la entrevista de trabajo, allí reafirmé mis enseñanzas sufíes: no todo lo que brilla refleja perlas y diamantes. Siempre me divertí…

Mi crítica es más fuerte que mi enojo ante la denigración humana. Trabajé incesantemente en proyectos que usted logró manejar y lo más lamentable es que no sé por qué, seres humanos como usted, con una vida plácida, llena de dicha y salud, con hijos, nietos y grandes ideas maravillosas se ahogan en los vasos del atropello humano y la amargura… hasta llegar al abandono personal y del alma. Todo el tema de Superación no podrá ayudar a quien se manifieste de esa manera contrarrestando misiones y limitándose, tal cual mortal.

Lamento profundamente que usted no creyera en mí, aunque yo sí creo en usted.

Queda de mí:

La empleada montaraz.

_________________________________________

En construcción

Film: Montaraz

Duración: 90 minutos

Género: EVOLUCIÓN

Área: laboral

Personajes:
1. Luz: la empleada montaraz, educada y en búsqueda de evolución.
2. Peter: el encargado de la tienda en la mañana, simplemente un ser de luz, mágico.
3. Helda: la empleada matriarcal y de confianza de Jul.
4. Say: la hija de la empleada matriarcal. Típica joven malcriada, autoritaria y maleducada puesto a que tiene conocimientos y diplomas de estudio además de carrozas y un príncipe azul de piel celestita… Tóxica ante toda su existencia.
5. Fred: el empleado con más tiempo y experiencia pero con cierto aire de desdicha e hipocresía.
6. Jul: la Gerente y dueña de la empresa. Mujer de amplios ojos azules y visión limitada. Su alma está atada a lo mundano. Desarreglada y con cierto lenguaje diplomático pero histérico cuando no controlaba sus emociones.
7. Rot: el esposo de Jul. Retirado del negocio pero garante de todo. Observador por naturaleza.
8. Gretha y Aghatta: las hijas de Jul. Algo distantes aunque muy emprendedoras.
9. Margaret: la nieta de Jul y Rot, hija de Gretha.
10. Marijo y Rootsfary: las empleadas de Gretha y Aghatta en el café.
11. Nel: el Administrador.
12. Secretaria 1
13. Secretaria 2
14. Secretaria 3
15. Secretaria 4
16. Len: el depositario.
17. Jhoan: compañera de Luz del turno de la mañana.
18. Andrei: la encargada de la tienda en la tarde.
19. Juana: la mujer de limpieza.
20. María y Noheliz: las cajeras-vendedor en la tienda.

Escenarios: Estructura general de la empresa, edificio administrativo, edificio de venta al público, área infantil, área social café, depósito, plaza Ramírez, lugar de habitación de Luz y las rutas que la conectaban con su empleo.

Escenas: cada día es una escena diferente. En construcción.

Guiones y adaptaciones: equipo de producción.

Musicalización: no disponible.

Tiempo de escenas: no disponible.

Situaciones: desarrollo del empleo, conversaciones internas en el lugar de trabajo, familia y amigos ante la actitud de Luz, reuniones y otras.

Episodios: no disponible.

Próximos títulos en construcción:
Se va mi Coronela
Viaje profundo al alma
Peace Building: violencia urbana.

Seguimiento en red de las publicaciones: capitulo I de Crueldad & Sutileza.

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